miércoles, 24 de noviembre de 2010

Antes que nada me gustarí­a aclarar que no entiendo de Budismo, todo lo que he leído lo he sacado de Internet. Mi punto de vista no obstante está impregnado por mi propia comprensión del Budismo.

Pero sí me apetecía saber un poco más de esta religión. Y esta religión como entiende el sexo.

La ética budista se basa en Los Cinco Preceptos:

*no matar.

*no tomar lo que no es dado.

*no mantener una conducta sexual incorrecta: que sea dañina con otros o con uno mismo.

*no hablar de manera dañina: mentir, rudeza, ostentación, cotilleo/chismorreo, charla vana.

*no tomar o consumir intoxicantes que alteren negativamente la mente.

Y mientras lo leía pensaba, qué quiere decir conducta sexual incorrecta y leo que el budismo no es una religión reguladora de la vida privada, pero eso no quiere decir que sea una actitud permisiva en el sentido de que todo vale en el terreno de la práctica sexual. El budismo es un camino de despertar de la conciencia y del sentido de responsabilidad y el manejar adecuadamente esta gran fuerza que la naturaleza nos ha dado requiere integridad y responsabilidad. El camino medio es siempre aconsejable. Alejarse de las actitudes extremas del hedonismo y del ascetismo, del apego o del rechazo con respecto al placer sexual.

Buda explica los 4 tipos de personas que deben distinguirse respecto al karma y su destino previsible:

1 - quien hace el mal y va a un infierno, estado de deprivación o un renacimiento inferior.
2 - quien hace el mal y va a un cielo, estado feliz o renacimiento superior.
3 - quien hace el bien y va a un cielo, estado feliz o renacimiento superior.
4 - quien hace el bien y va a un infierno, estado de deprivación o un renacimiento inferior.

Según el budismo, toda acción intencionada (karma) crea uno o varios efectos que aparecen cuando las circunstancias son proclives, a lo que se llama maduración (vipaka) o fruto (phala).

lunes, 15 de noviembre de 2010

Últimamente, soy consciente que paso muchas horas con mi compañera de baile, supongo que cada una tiene su motivo.

Carlota tiene muchas horas libres, su marido no llega hasta las 21h o 22h de la noche y además añado, lo que ella dice: mi marido me engaña. Aunque continúa con él, sus razones tendrá. Las puedo intuir.

Parte de mi vida es conocedora por todos vosotros, no tiene mucho secreto, trabajar, mi hija y estudiar cuando se puede. Las tardes que pasó con mi niña, las comparto con Carlota. Prácticamente es cada tarde.

Así vamos, ella, yo y los niños ( ella tiene uno).

Los viernes vamos a bailar, uno de los mejores momentos de la semana y después de cenita linda!

Y ahora nuevo plan, los domingo a correr por el parque!

Intento mezclar nuestra relación con mis otras amistades, pero ella se viene con nosotras a menudo.

Tengo miedo de diferentes puntos.

a) Tener dependencia como tuve con Merce. Me ocupaba tanto mi vida, que dejé de tener vida propia.

b) No haber superado todavía la ruptura. En eso estamos.

c) Enamorarme y ser rechazada. Claro que no todo el mundo es como mi ex.

d) No sé, si pasamos tantas horas juntas por soledad de ella o por un sentimiento que ha nacido.

e) Quiere que este mes vayamos el sábado por la noche a una discoteca de ambiente. Ella dice que siempre va. Cuando me lo propuso, le dije que sí. No hemos hablado de nuestras tendencias. Tengo miedo de su reacción.

Hoy es un día de "comerme la olla" y "hacer pelotas", pero cada vez está más en mi vida y no sé que espacio está ocupando.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Cuando vives la vida más tranquila, viendo pasar los días y parece que los sentimientos fluyen de una manera más tranquila.

Hasta que de pronto, pam!, te encuentras con la Merce y su nueva compañera, desayunando, con sus sonrisas y sus miradas. Y tu que entrabas con hambre y con la mente de lo que te apetecía más, sales, pensando que porqué he escogido este bar, porqué está con esta mujer, no está contigo y el estomago es un nudo fuerte...y todo como duele.

Al final, decides que necesitas contárselo a alguien y enseñar la parte más frágil de tu persona...lo escribo en mi blog.

martes, 9 de noviembre de 2010

El problema más común en cualquier relación sea en el ámbito laboral, de pareja, de familia es muchas veces la comunicación deficiente.

La comunicación no es algo automático. Solamente porque alguien está ESCUCHANDO lo que dices, no significa que estás siendo realmente OÍDO.

Supongo que siempre hay un momento oportuno para hablar y para que el otro te quiera escuchar.

También debemos tener claro lo que queremos decir, sin miedo, sin presiones, las palabras que salgan del corazón y trabajadas con la mente.

El otro día estaba hablando con una amiga y me reprochaba que no soy sincera 100%, y claro me quedé con una cara y resulta que ella quiere escuchar las cosas tal y como son y yo reconozco, que si no tengo nada bueno que decir, no digo nada, prefiero no hacer daño o le busco el sentido más positivo de todo.

Para mi no dañar, no es ser no-sincera, un ejemplo absurdo, si lleva una camisa horrenda, horrenda yo no diré nada, pero ella me dijo que le tendría que decir que es horrendisima!

O otro tema que ayer estuvimos hablando, tengo otra amiga, que siempre va corta de dinero, no porque no gane suficiente, sino porque no se lo sabe administrar de forma correcta, entonces ayer me llamó para pedirme dinero. No es la primera vez y siempre lo devuelve. Voy un poco corta, pero la cantidad demandada todavía llegó, pues me dijo ( la que me llama no-sincera) que lo que le tenía que decir es como administrarse bien y no dejarle el dinero. Creo que mi obligación como amiga es, si puedo, hacer el préstamo y el resto su sentido común, tendría que hacer el otro trabajo.

Ahora reflexiono mucho más lo que digo, antes era mucho más visceral.

Creo que últimamente cuesta cada día más que te escuchen o escuchar y lo achaco al tiempo, que es limitado y a veces tus prioridades diarias quitan de tener tiempo a la comunicación.

Escuchar a un amigo o a la pareja hace que intimes mucho más con él/ella, que aprendas de sus decisiones, que las respetes y crea un vínculo único.

"El sabio de corazón es llamado prudente y la dulzura al hablar aumenta el saber"